"Esos productos que se fabrican para durar poco, sobrevalorados, o realmente inútiles, si no perjudiciales, para el comprador; esa publicidad que mezcla un poco de verdad con mucha falsedad, y otros muchos fenomenos sociales forman parte de una gran estafa que la ley persigue sólo en sus manifestaciones mas burdas. El valor real de una mercancia se encubre con el que indican la publicidad y el nombre e importancia del productor. ¿cómo podria ser de otra manera en un sitema cuyo principio básico es que la producción se base en el máximo lucro, no en la máxima utilidad para el hombre(...)el fraude y el engaño no son nuevos: han existido siempre. Pero no ha habido otra época en que tuviese tanta importancia mantenerse en el candelero."
Con Urbi et Orbe queremos cambiar todo esto, entendemos necesario el uso de la publicidad para dar a conocer tu producto, entendemos como necesario el uso del marketing para diferenciarte de las marcas en sí. Es lógico que las posibilidades que ofrece el uso de las técnicas de marketing y publicidad son infinitamente mejores, y actualmente necesarias, para posicionarte en el mercado, pero lo que no encontramos coherente, es que no se ajuste muchas veces el valor material del producto, a nivel de calidad, diseño...etc., con la imagen que este proyecta.
En Urbi et Orbe, nos comprometemos a producir con materiales que aseguren la durabilidad y resistencia de la prenda, a la vez que tanto su producción como sus origenes sean respetuosos con la Vida (entendemos por Vida la relación con la Naturaleza y entre Seres Humanos), no tratamos de hacer unas cuantas camisetas ecológicas para vender una imagen directamente relacionada con la moda ideológica del momento. Nosotras creemos, realmente, que las cosas podemos hacerlas, globalmente, de otra manera; y aunque actualmente responde a una cuestión de fé, por que el sistema externo corresponde a otro tipo de argumentos y maneras de hacer, es evidente tras las ultimos acontecimientos políticos y economicos, que ha de cambiar.
Apostamos por el desarrollo Humano, por encima del beneficio económico, ya que tanto el hombre (no el Hombre como idea, como Adán, si no el animal racional),como sus sistemas, son perecederos en proporcion temporal mayor, que el conjunto del desarrollo del Universo. Y, aunque todo eso suene fuera de lugar si se lo planteasemos a un alto ejecutivo de cuentas o un broker de Wall Street, lo cierto es que nada de eso importaba hace 100 años y posiblemente tampoco importe demasiado en otros 100; pero si hay algo seguro es que debemos mirar la Naturaleza como una madre que nos sustenta y no como un lugar en el que pasamos nuestras vacaciones, porque es lo único que permanece.
Así pues adquirimos el compromiso de ser coherente entre la imagen que proyectamos y lo que realmente somos, una marca de moda que respeta la vida, pero que admira la belleza por encima de todo.
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