viernes, 30 de enero de 2009

"En efecto, el individuo actual (si es que podemos llamarlo individuo)hace depender enteramente su propia estimación del hecho de poder venderse o no, de si existe o no demanda de su persona. Por este motivo, su sentido de la identidad, su confianza en si mismo, no dependen de una apreciación de sus verdaderas cualidades concretas, de su inteligencia, sinceridad, integridad, humor, cualesquiera que sean, sino de su sentimiento de seguridad y de su propia valía depende del hecho de tener exito de ventas. Asi, naturalmente, siempre está inseguro, siempre persigue el éxito y, cuando el exito no está a la vista, se vuelve freneticamente inseguro."


Urbi et Orbe, nace desde el conocimiento de la necesidad inherente del ser humano de vestirse, entendiendólo no solo como la necesidad mas primaria, consistente en cubrir el cuerpo por sentido de la intimidad mas innato por verse expuesto, o para protegerse de las inclemencias del tiempo. Parte desde la necesidad unida al deseo, movimiento imperante en la actualidad en el comportamiento del mercado, de distinguirse. El uso de la indumentaria como símbolo de distinción, en el más puro sentido aristocratico, masificado por la acrecentada capacidad de consumo de la población.
Creemo que actualmente, es my importante para el individo, conseguir la imagen a través de lo que lleva puesto de su persona aspiracional (entendemos aqui persona también en su significante más ortodoxo, del griego prosòpon: máscara), en definitiva como el se ve idealizandose, reflexiones vinculadas a la idea del narcisismo expuesta en Freud, la cual está muy presente en las ideas de Fromm y por lo tanto en toda la filosofía que hay detrás de esta marca.

Siendo conscientes de esta dualidad paradójica, ya que el hombre actualmente no se plantea, en la sociedad de los paises que llamamos desarrollados, el vestido como algo necesario de la misma manera en que lo hace con el sueño, por citar un ejemplo menos viciado que otras necesidades primarias que se han visto igual de alienadas que la indumentaria. EL hombre actual, lo utiliza para reforzar la imagen que da al mundo, que tiene tan poco tiempo para conocerlo en su intimidad más auténtica, en su singularidad y se afana tanto en sus propios quince minutos de gloria, no sólo en algún medio de difusión masivo, también de una manera mucho mas interactiva y cercana.

Ahora bien, también creemos que la postura mas correcta no es perdernos en el narcisismo del ser humano, en la cuestión de si el hombre es lobo o cordero, sino en que el hombre es parte de la naturaleza, aunque ésta no se encuentre en primer termino de nuestra realidad cotidiana, lo cierto es que el hombre no es capaz de sobrevivir por su propia actividad, necesita recursos que vienen de la tierra, aunque conozca muchas maneras y procesos para modificarlo, cual alquimista experimentado que convierte petroleo en muñecas.

Urbi et Orbe, por lo tanto, quiere tener en cuenta ambas vertiente, el Urbi, o en un sentido mucho más adaptado a la realidad globalizadora actual, la sociedad creada por el hombre capitalista, la importancia de la imagen, comprar algo porque te parece básicamente bonito y nace de una necesidad que se convierte en deseo y éste en reflejo del propio narcisimo que es necesario aplacar. Y el Orbe, el verdadero medio de interacción del ser humano, la Naturaleza.

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