miércoles, 11 de febrero de 2009

lecturas obligadas II

"la industria, la televisión y los hábitos de consumo rinden homenaje a la individualidad de las personas que manipulan: el nombre del cajero bancario en su ventanilla y las iniciales en la cartera. También se afirma la individualidad de las mercancías: las supuestas diferencias entre coches, cigarrillos y pasta dentríficas, que en realidad son iguales, sirven a la imagen engañosa de una persona individual, que elige libremente cosas individuales. Hay poca conciencia de que la individualidad se basa, a lo sumo, en diferencias insignificantes, mientras que en todos los caracteres importantes las mercancías y las personas han perdido toda inidvidualidad.(...)
No se es individuo, pero se tiene mucha inidvidualidad, y el ansia y el orgullo de cultivarlos"

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